Vida
Nace en Rio de Janeiro en 1959.
Su padre, pintor y fotógrafo español y su madre, fotógrafa mexicana, llegan a Rio de Janeiro en 1957 con dos hijos: Manuel y Maria Teresa. Dos años mas tarde nacen las mellizas Luisa de Marillac y Angela. Regresan a Madrid en 1972, montando de nuevo el Estudio de fotografia y pintura.
Angela aprende toda la técnica necesaria de fotografía y pintura en el Estudio de sus padres. Mas tarde completa su formación de Creatividad, Pedagogía Estética y Sociología. Reside entre Aranda de Duero y Madrid y compagina la pintura y la fotografía con los libros.
La vida es actividad incesante, aun en su quietud. Y esta actividad aun en su quietud ha de tener un mínimo grado de transparencia. Transparencia de la vida quiere decir no mas que esta abierta para aceptar y fuerte para resistir. María Zambrano
BREVE CURRICULUM: Desde 1986 expone en Muestras Internacionales y Galerías de Arte. Su obra se encuentra repartida en numerosas colecciones particulares en España, Francia, Alemania, Portugal, Brasil y México y ha pintado varios murales de grandes dimensiones para Espacios públicos.
Organiza con la Asociación Cultural de Centro de Adultos el Taller de Pintura, Exposiciones colectivas, y Conferencias (La imagen fermentada, La noche, El silencio, Hojas, Con un pie en la tierra, Pintando el aire, La Piel del agua, En Casa, Utopías, Sin Título, En blanco). Dirige el Taller de fotografía de IES Sandoval y Rojas durante 10 años y fue Socia fundadora de Ara.
Actualmente es socia propietaria de la LIBRERÍA TODO LIBRO. Ilustra la Revista Biblioteca 27 y el cuento O pitiño revolucionario entre otros. Publica el poemario Manzana Azul. Coordina la TRILOGÍA Aranda-cuaderno de viaje y el cuento ilustrado Ana y la Paloma.
Angela Gavilán nos sorprende cada vez más. La hoja, el mar; la naturaleza en suma, es el mundo de inspiración de su obra. Hay dos formas de ver el mar: la visible, donde descubrimos el azul profundo, marino. La invisible, el mar que no se ve, donde vemos un color mucho más claro, más cercano a la costa. Al igual que la artista tuvo que cruzar el mar cuando vino a España, sus obras viajan dentro de si mismas con rumbo fijo hacia el infinito. A la manera de Baudelle, no hemos de quedarnos en lo representado en la propia imagen, tenemos que mirar más allá como el propio mar que se pierde en el horizonte de nuestra visión. (Galería Rodrigo Juarranz)